lunes, 25 de diciembre de 2006
las huellas de tu pensamiento
Te llené de excusas innecesarias para volver a verte...
El préstamo de un sonido y de un tacto que deseo que me devuelvas en mano...
Mantengo mi boca sedienta desde la última vez que bebí de tu cuerpo y en mi cuello, sigo enredando el pañuelo con que me envolviste a tu vida.
Te amo... y sigue estremeciéndome, ahora más que nunca, la huella de tu pensamiento.
Me hace vibrar el sonido de tu nombre.
Aun te espero en casa, tan ansiosa como la primera vez, con el carmín del deseo coloreandome.
Sigo tranquila y serena, dejando que tu brisa guíe mi barco. Maneja el timón de mi alma, méceme con el oleaje de tu voz.
Amaneciste conmigo hombre poema...
No fué un sueño, porque un cielo rosado con nubes azules se tiñó de oro, y las aves alzaron el vuelo.
Mi niño...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario