jueves, 30 de noviembre de 2006




EL LUJO DE MIS DIAS



Dulce y bella niña,

fruta del amanecer,

cálida cara de chiquilla,

que me haces renacer.



Cuerpo de Diosa,

de estrella polar,

eres tan hermosa,

que me fuiste a enamorar.



Sonrisa angelical,

de una gran ternura,

elegancia sin igual,

de recogida cintura.



Dios te hizo mujer,

de singular belleza,

una estrella deja ver,

eres flor de la naturaleza.



Saleroso caminar,

movimiento de caderas,

no dejas de marear,

a todo hombre que a ti te viera.



Salerosa y simpática,

rebosante de alegría,

placer de contigo estar,

eres el lujo de mis días.



Bendigo aquel día,

que te fui a conocer,

eres el sol de mi alegría,

me muero por poderte ver.



Pekeruiz,30/11/05

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