viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta de Gonzalo a Margarita

Te admiro, de alguna forma es por ese motivo por el que te quiero. O quizás al revés, esa admiración va ligada al amor que desde niños por ti siento. Me gustaría saber quién es el hacedor de palabras, quien decide que los latidos de mi corazón son presa de este amor. ¿Quién decide, quién define? precisar mis emociones, si yo solo sé que se me acelera el pulso en tu presencia, cada segundo que permaneces cerca de mí.

Cómo duele no poder decirte que te amo desde siempre, tu amor ha viajado conmigo desde el pasado hasta el presente, y sé que aun en brazos de otro, en ese futuro, seguirá ahí inamovible, como el tiempo.

Fue la distancia un espejismo que me hizo olvidar que me hallaba en el desierto, es simplemente amor puro, como el agua. Cuando otros rezaban a Dios, eras tú quien acudía a mi mente, quien me liberaba de angustias en aquellas prisiones lejanas. Lleno de promesas conseguí sobrevivir; promesas que no pudieron cumplirse, porque ya no estabas a mi regreso.

Sólo puedo garabatear te quiero, sin poder decírtelo, porque presa esa palabra en mis labios, mantiene a salvo tu felicidad.

Tu amor es un premio que desconozco si valgo, mientras me deba a mi conciencia.



Te quiero


Gonzalo

No hay comentarios: