domingo, 30 de enero de 2011

Invadida


Sólo mirarte me vasta.
Sólo con eso.
Me sacia el saberme afortunada.

Por tenerte a mi lado.
Me olvido a veces,
De tu propia persona.

Llena de tu alimento,
No soy ingrata, ni egoísta,
Por no tener sed de tu amor:

Es sólo que estoy llena de ti.
Despojada del deseo de tenerte,
Sabedora de que te tengo.

Irrumpida y asaltada por todo tú,
Acometida y asediada por tí,
Tu alma instalada en mi cuerpo.

Conquistada y seducida,
Liberada de mí misma,
Cautivada e invadida.

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