Esperé ansiosa tu mar, para navegar en él, la alondra para escuchar tu canto y no me permites llegar más lejos de lo que tú deseas y me impones.Me mordí los labios por no decirte te quiero, hasta que la angustia de no ser capaz de abrir mi corazón, se convirtió en un huracán, arrasando cada vez que guardaba una palabra mi interior.
Cada te quiero no dicho, cada mirada bajada para que mis ojos no te abrieran la puerta de mis pensamientos...
A que tenía miedo...
Nada ha ocurrido, he tenido valor y te lo he dicho, he vencido la tormenta de mi mar interna y, agarrada a esta pequeña barca que es mis labios, con un pie en el abismo...
Y he perdido... pero sigo tan en pie como siempre, tan altiva desde su atalaya.
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