El poeta

El poeta es sólo aquel que es capaz de observar el mundo.

El poeta es aquel que se emociona observando el vuelo zigzagueante de una hoja seca, y es capaz de describir el opaco y seco amarillo… y cómo varía de color según así gire…

El poeta es aquel que es capaz de hacer suyo el sonido del pensamiento y el leve crujir de la hoja por la agitación del viento… y convertir en un  baile amoroso… el del viento dañino y la débil hoja seca… y personalizarla aún más… cuando sepa, a ciencia cierta y así lo diga, que los crujidos son de los huesos de la enamorada, que cae rendida, a los pies del viento.

El mecanismo humano

El mecanismo humano es muy curioso...

Hoy vuelvo a sentir la garganta anudada a sentimientos de impotencia. Tanto como deseo sentir tus dedos palpándome, sintiéndome, y yo me enredo y volteo mis más lúgubres emociones, y no es la huella de tu piel en la mía la que hoy predomina...

Soy como un animal en el bosque, deseando pasar desapercibido... Pero el patoso oso estrepitosamente se mueve por esta fronda, buscando hadas y elfos que lo conviertan en viento...

Mi mente divaga en extrañas culpas... entre dedos que señalan y mi propia imaginación, soy rea de tus besos, de tus caricias... simplemente. Es tu fuego el único que me consume, el único infierno donde deseo pagar mis culpas... tus brazos.

Desamor

Desamor...

A veces creo que yo inventé esa palabra, que junto a melancolía fue un parto de mi alma...

A veces quisiera acunar al que se siente sólo, pues me contagia y sola soy yo.

A veces, quiero gritar, y expulsar por mi boca la tristeza, creando un canto de sirena.

A veces, deambulo por un mar de pantallas... A veces no estoy cuando debería estar, fuerte como un pilar donde se apoya todo, y más tú deseo que lo hagas.

Mis manos están en posición de ofrenda, pues nada recibo, ni deseo recibir.

Sólo dar.

Y aquí me tienes, de nuevo, para darte y ofrecerte un cariño lejano, lleno de melancolía, lleno de desamor...

Pues yo anduve por el mismo sendero por el que caminas, y tus huellas son un reflejo de mis pies, apóyate en mí, en este pilar que ofrece, que cede, que aguanta.

DE TI ME HE ENAMORADO

De ti me he enamorado,

porque eres ese hombre

que perseguí en mi existencia,

el que me da la mano,

aunque ese día me halle sola.

De ti me he enamorado,

porque al sentirte a mi lado,

las penas se derrumban

y al respirar tu esencia,

me llenas de alegría y dulzura.

De ti me he enamorado.

Lo sé, porque, cogiéndome de la cintura,

me abres el corazón,

despierto y más lúcido.

De ti me he enamorado,

Porque eres el que comprende y escucha

porque me susurras al oído:

- Mi niña... cuánto te amo

Cuando tu me llamas

Cuando tú me llamas,

Podrían cantar las aves...

O podría el mar reventar apasionadamente en la orilla, o podría sentir que el teléfono es una caracola que me trae tu cántico...

Cuando tú me llamas, me sobresalta el corazón... algo ocurre...

No quiero que nadie nos vea porque mi corazón se contagia de tu añoranza, y mientras el mundo canta, y canta el retoño que para ti cultivaste.

Para los que añoramos; para la sombra que no me cubre.

En la tenue luz del ocaso, rememorando viejos recuerdos guardados en un cajón de la memoria, ajado de tantos instantes que, en su momento resultaron tan pequeños... y el tiempo los hizo grandes... un cajón reservado para instantes sedientos de paz, de hambre de abrazos amigos...

Momentos donde la mente divaga entre campos preñados de vida y mares añejos y embriagadores, momentos en que mi vía se encuentra en un cruce de caminos.

Hacia donde marchar... hacia dónde...

Hacia el punto donde pueda volver a sacar ese cajón, limpiarle el polvo y mirar, con una sonrisa en los labios, que todo lo que atrás queda, siempre el calidoscopio del tiempo lo embellece.

Versos Blancos

Un, dos, tres...

Un, dos, tres,
Escondite inglés.

El tiempo juega
Al escondite inglés,
Un, dos, tres…

Pasamos la vida
Mirando a otro lado;
Un, dos, tres…
El tiempo está andando.

Y cuando lo vemos,
Lo tenemos al lado
Con una capucha,
Un, dos, tres…
Reloj en la mano.

Un, dos, tres,
Escondite inglés…
No lo vi moverse,
Me toca su mano,
Un dos tres…
Cronos ha ganado.

A veces

A veces la tristeza inunda mi cuerpo, a veces, siento tu lejanía... a pesar de sentir tus susurros... tus mensajes que me animan a caminar la mañana, tus llamadas, aunque a veces, no siempre, esté para ti.

A veces, mi alma se viste de las únicas cosas hermosas que escucha de tu boca...

Se que no soy justa, se que yo misma impongo las barreras, las vallas difíciles de saltar en mi vida.

Se que otras veces, la melancolía impide que mire mas allá, que no te observe, porque me siento tan segura de tu amor, de tu cariño, que parece que no reconozca todo su valor, pero te aseguro que sí...

Se todo el valor que tiene, se que eres el único que ha estado cerca de mí, cada vez que, egoístamente te he necesitado.

Gracias por permitirme ser egoísta contigo, porque, aunque te parezca que no, me dejo querer, por ti... a pesar de la melancolía momentánea, de todas las barreras impuestas por mi mundo y por mi persona.

Nunca más me preguntes si te quiero, o si alguna vez lo he hecho, porque siempre estás dentro, en mi corazón.

Cuando pienso en ti

Cuando pienso en ti...
cuando pienso en ti, el aire se transforma
en un viento delicioso que llena de dulzura
la amargura de este rincón,
de este espacio lleno de silencio,
de las cosas que calladamente no están.

cuando pienso en ti, una lluvia de estrellas
hace presencia en los ojos de mi alma,
la esencia de un cariño no se mide
en la distancia ni en el tiempo,
si no en la eterna constancia.

cuando pienso en ti, mis palabras vuelan,
y llegan al lugar donde estás
se meten en tus sueños y te cuidan
como aquella vela encendida
que siempre está contigo.

cuando pienso en ti, todo tiene color,
un arcoiris lleno de alegría,
y en tu voz, el reencuentro
de la sencillez de mis sentimientos,
y el recuento de mis pensamientos.

Cuando esté dormida

Estaré en tus labios

Estaré dormida,

Tú estarás soñando

Yo, estaré en tu vida

Y el libre destino

Que en tu cuerpo habita

Sabe que en la noche

Te espero, dormida.

Quiero que me ames,

Quiero tu sonrisa

Quiero tus oídos,

Que a mi alma oía,

Quiero tu aroma,

Mientras yo, dormida,

Te sigo esperando

En la noche fría.

el mar de las ninfas

El mar de las ninfas

Bien venido, ponto1 mío.
Bien hallada a tu lado.
Te tengo aquí, a mi vera,
Inundada por mi amado,
Empanada entre las dunas
De arena y polvo dorado.

Bienvenidas, mis Nereidas2…
Acariciadme las manos
Pálidas, de blanca espuma
Por vuestro cabello cano,
Vestidas de azul y verde
Alboreando el verano.

Mojada mi piel por tu piel,
Mientras te abrazo, te nado,
Poseidón que me posees,
Mare Nostrum, Mare Amado,
Juegas con mi cabello,
Le das brillo de cobalto.

Me izas, me sumerges…
Suavemente… piano… piano….
Y me besas en la boca
Con toda la sal de tus labios,
Dejando todo mi ser,
Cubierta con todo tu manto.

El sensual rugir de tus olas
Son dos sirenas cantando.
Me hipnotizan, me susurran:
Ven al Mediterráneo.

1- Ponto- Personificación del Mar, por los griegos
2- Nereidas- en la mitología griega, ninfas del mar, personificación de las olas