miércoles, 28 de junio de 2006

No existe para mi tu edad


No existe para mí tu edad

Esta es la historia de un deseo, tan inmenso, un sueño deseado con tanta fuerza, que cuando desperté encontré a mi lado a este hombre.

No existe para mí tu edad, no existen ni tus años vividos ni los míos, porque no nací antes de tu conocimiento.
Nací cuando te leí, cuando forjé para mí la idea de tu existencia, cuando inventé una cascada y la coloqué sobre tu boca, para formar tu risa, que apaga la sed de mi pasión expulsada por mis labios.
No existe para mí tu edad, pues tu vida la formé yo cuando inventé tus brazos que me ofrecen todo el amor que con tus manos eres capaz de rescatar de la tierra para mí, inmenso como el mar, como el océano que me das de beber en la copa que formas con tu cuerpo en ofrenda al mío.
Tu voz es el canto del cariño aún inexistente, pero construido a la medida que necesito.
Poco pido.
Sólo la lealtad que desde el comienzo de los tiempos equilibra cielo y tierra y mantiene a cada estrella...
Porque entre dos, debe haber un engranaje perfecto... entre dos.
Porque sé que aunque aun no te conozca, existes a la espera de nuestro encuentro.

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