Nada busco, pues aquí todo lo tengo.Estoy tranquila, desmiento el día y me poso en el aire, medio suspendida, mirando al sureste, lejos, lejos de todo, cerca de un trozo de calle empedrada medieval, que sale al frente del museo del Prado.
Tengo el alma viviendo en otra parte, prestada al sol Mediterráneo, bañada en mar de siglos, aislada en medio de millones de todo.
Tengo el sueño ausente, divagando entre el cabo de Gata y la isla de Terreros. Mejor que todo, no tengo el sueño, lo perdí por ahí, cogida de su mano... en historias de amigos, en voces de camaradas, en bolsas de papel que contienen comida rápida.
No hay nada que podamos resolver ni tu ni yo.
Me voy a andar el Retiro entero, señalando siempre al océano ausente, y recorriendo los ríos y los afluentes del metro...
Siempre de tu mano...
No hay comentarios:
Publicar un comentario